Muchas veces es posible
que lleguemos al trabajo muy disgustados o distraídos debido a problemas
personales o incidentes. Es algo completamente normal que esto ocurra, y a
veces es tal el desánimo que se siente que dan ganas de mandar ese día a la
basura, gran error.
Foto tomada de freedigitalphotos.net |
Llevo casi tres meses
escribiendo un post diario sin faltar aún ni una sola vez, he tenido días en
los que he estado más inspirado y otros en los que lo he estado menos. También
he tenido esos días en los que mi mente ha sido débil y me he dicho a mí mismo
que esto no sirve de nada, que no conseguiré nada con escribir un post diario,
y que lo abandone, que nadie me va a echar de menos.
Soy consciente de que
llevo poco tiempo, pero el haberme marcado el objetivo de escribir un post
diario durante un año gracias a Carlos me hace seguir día tras día, no rendirme
y correr mi propia maratón de posts. E aquí unos consejos.
Lo malo es pasajero.
Cuando te encuentres mal
o desanimado por alguna razón piensas que si dejas tu trabajo o tu proyecto, el
mal se irá, pero es que el proyecto también, puede que ya sea tarde para
retomarlo y el arrepentimiento no se hará de rogar.
Date una vuelta,
despéjate, guarda ese “súper trabajo” para otro día y dedica a tareas menores y
rápidas, si después de eso sigues mal entonces eres libre de dejar de trabajar
ese día porque no lo habrás tirado a la basura.
Piensa en tu objetivo.
Todos necesitamos un
objetivo, bien sea escribir un post diario durante un año, bien sea programar
un nuevo videojuego en un mes o bien sea terminar en plazo el proyecto. Todos
tenemos un objetivo que alcanzar, no dejes que nada te impida alcanzarlo, si
dejas que el mal exterior te aleje de tu objetivo, corres el riesgo de
fracasar.
Todo tiene solución.
Ese problema que parece
atormentarte tiene solución y tarde o temprano llegará, pero la oportunidad de
aprovechar el día de hoy no, esa oportunidad no espera a que todo se calme, una
vez terminado el día la oportunidad habrá terminado.
Deja pasar el tiempo,
concéntrate en tu objetivo y cumple con él, aunque sea de peor manera que como
lo haces normalmente, pero hazlo. No dejes pasar el día.
Si algo tiene solución,
no te preocupes, y si no la tiene ¿para qué preocuparse?
No dejes que un desánimo
momentáneo estropee tu ilusión, te arrepentirás si se lo permites.
¿Cuál es tu consejo para
que un mal día no arruine tu trabajo?